HERACLITO

Es un pensador oscuro y enigmático porque su intención es tensar el pensamiento, hacernos pensar y buscar el significado del mensaje. Utiliza un lenguaje oracular que no dice cosas directas, pero tampoco las oculta, sino que da pistas. Es un criterio de su propia cultura. Es un filósofo “malinterpretado” en la historia de la filosofía debido a la interpretación Platónica y Aristotélica. Se entiende a Heráclito como el “panta rei”, concepto atribuido por Platón que esquematiza su supuesta opinión de que todo está en cambio continuamente, “todo fluye, nada permanece”. Por otro lado, Aristóteles interpreta que el arché de Heráclito es el fuego. Platón (siglo IV a.C.) interpreta a Heráclito a partir de Crátilo (seguidor de Heráclito, no se sabe si tuvo contacto con Heráclito). Crátilo interpreta que la realidad está en constante cambio, centrándose en la descripción dinámica que hace Heráclito de la realidad. “El hombre no debe bañarse dos veces en el mismo río”. Crátilo dice que en realidad el hombre no va a poder entrar ni siquiera una sola vez al mismo río, porque al momento que entramos, las aguas están cambiando y el río está siendo otro, se está transformado. Platón conoce esta interpretación y asocia el “todo fluye” a Heráclito. Una mejor interpretación sería que Heráclito, en relación al fragmento sobre el río que está fluyendo, entiende que la realidad cambia, pero hay algo que controla ese cambio, las aguas pueden fluir porque hay algo atrás que no se ve y permite que las aguas fluyan; el cauce, ese cauce es el logos, lo cual permite que la realidad fluya, que tengamos un río y no un estanque